La semana pasada se encontró por primera vez en nuestro país la «variante andina» o C.37 en un caso del departamento de Canelones, según informó en ese entonces Gregorio Iraola, doctor en ciencias biológicas que dirige el Laboratorio de Genómica Microbiana del Institut Pasteur.
El doctor Julio Medina, infectólogo que es director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas informó que el hallazgo lo hizo «el Grupo de Trabajo Interinstitucional de Vigilancia Genómica de SARS-CoV-2» que dio cuenta de esto en su reporte N. º6 del 05/05/2021.
Medina, que integra el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), compartió un gráfico en el que informa que la detección inicial de esta cepa se dio en noviembre de 2020. Circula en expansión Perú y Chile, pero en total hay 15 países que detectaron esta variante.
Por su parte, Iraola aseguró este lunes que lo llamativo de esta variante es la «rapidez con la que se empezó a diseminar» e incluso informó que excedió países de Latinoamérica porque apareció en países de Europa y Estados Unidos.
Con respecto a esta cepa, Iraola dijo que «muestra algunas mutaciones» que son de «preocupación» por dos cosas: podría llegar a aumentar la transmisibilidad y que podría tener un «potencial escape parcial» a la respuesta inmune.
«El análisis del genoma de esta nueva variante muestra algunas mutaciones que son de preocupación porque podría llegar a aumentar la transmisibilidad o, algunas otras, hay alguna evidencia preliminar de que podría intervenir en un potencial escape parcial de esta variante a la respuesta inmune generada tanto naturalmente como a partir de las vacunas», explicó.
«Pero sí puede llegar a tener una capacidad un poco mayor para evadir esa respuesta inmune como también se ha detectado para otras de las variantes de preocupación como la variante P.1», concluyó.