Es posible que en el último minuto del último día de este año, el nuevo coronavirus esté tan vivo como en el primer minuto del primer día del año entrante. Por eso, y porque la excepcionalidad de la pandemia “hace imposible” fijar un límite en lo que se considera un aprendizaje “aceptable”, Primaria propuso que pasen todos los niños.
El 2020 será un año en el calendario gregoriano, pero no lo será en el calendario de la escuela uruguaya. Ocurre que Primaria tomará al 2020 y 2021 como una unidad. Los escolares acabarán sus clases la tercera semana de diciembre, como estaba fijado, pero no obtendrán un carnet con las clásicas calificaciones. En su lugar, el documento dirá: “Promoción por protección de trayectorias educativas”.
Ni siquiera los cerca de 7.000 niños que se han desvinculado de la escuela quedarán repetidores. La estrategia de las autoridades educativas es que haya una continuidad -incluso hay escuelas en que la maestra pasará de grado con los alumnos para no tener que hacer un diagnóstico en marzo- y la calificación que corona lo aprendido llegará recién en diciembre de 2021.
En la sesión ampliada que ayer mantuvo el Codicen, uno de los consejeros manifestó que era conveniente mantener el sistema de calificaciones como manera de reconocer y estimular a aquellos estudiantes que se esforzaron. Pero su planteo no tuvo eco. Incluso la Inspección Técnica de Primaria sugirió que las notas de este año no se tomasen en cuenta para la elección de los abanderados.
¿Qué pasará con los niños que cursan sexto año? El planteo de Primaria es que también pasen todos, incluso sin calificación, pero el refuerzo de los aprendizajes de esta cohorte será la prioridad. ¿Qué significa? La idea es que, en el último trimestre de este año, esos escolares asistan todos los días a clase. Si para ello hay que “sacrificar” la presencialidad de grupos de escolares más pequeños, se hará. Si para eso hay que coordinar un espacio con la canchita de fútbol del barrio, se hará. Y si para eso habrá que mover a profesores de Educación Física, talleristas y hasta las 7.500 horas de Trayectorias Protegidas, también se hará.
Según la consejera de Primaria Olga de las Heras, “en épocas normales, sin emergencia sanitaria, siempre hubo necesidad de coordinar el pasaje de ciclo”. Y explicó: “El alumno pasa de un maestro a una institución con 12 profesores. Pero ahora, más que nunca, es necesario rescatar a estos alumnos para que les fuera lo mejor posible, tanto a nivel cognitivo como emocional, en su inicio de la educación media”.
Cuatro de cada diez escolares suelen acabar Primaria con dificultades en Lengua y Matemática. Así lo señaló el consejero Pablo Caggiani en base a las estadísticas de años anteriores. Por eso el proyecto que Caggiani comandó los últimos años, el Verano Educativo, tendrá también como prioridad a quienes terminan sexto año (en el hipotético caso de que se inscribieran todos los que egresan, eso haría duplicar los 16.000 escolares que suelen ir al centro educativo en enero, luego del feriado de Reyes). Y si la prioridad en este último tirón del año son los de sexto, en el comienzo de 2021 serán los de primero y segundo. “En esos años se afianza la lectoescritura, pero también es la adaptación de quienes llegan del ciclo inicial”, explicó De Las Heras.
El otro ciclo.
Los liceos y UTU mantendrán las calificaciones, pero la asistencia no será tenida en cuenta para la promoción y “es posible que en el ciclo básico de Secundaria se opte por una prueba de acreditación de saberes para que aquellos con más de cuatro asignaturas bajas tengan la chance de promover”, contó el consejero Óscar Pedrozo. Esto haría que la llamada reunión de profesores de confirmación podría ser recién en febrero.
Tanto UTU como Secundaria empezaron una coordinación para fijar la fecha de finalización de los cursos de bachillerato. Hasta ayer había acuerdo, aunque no resolución, de que se ganara una semana más a fin de noviembre.
En el resto de grados el calendario queda incambiado, aunque los dos consejos de educación media tienen que definir cómo harán el acompañamiento de estudiantes y si habilitarán, o no, una mesa de exámenes en diciembre.
¿Qué pasará en el verano? Es todavía una duda. La época estival no solo preocupa en educación. El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, admitió ayer: “Empieza a preocupar el verano”.
Una de las pocas certezas es que el virus seguirá en el verano y eso justifica una planificación.