En los últimos meses, varias figuras del mundo del espectáculo recibieron sus vacunas contra el coronavirus. Muchos de ellos participaron de distintas campañas de promoción para invitar a sus fanáticos a vacunarse.
Eric Clapton fue una de las figuras que ya recibió las dos dosis. El cantante y guitarrista se sinceró sobre la experiencia a través de una carta dirigida al arquitecto y productor de cine Robin Monotti Graziadei, conocido por su activismo antivacunas, y que compartió a través de Telegram.
El músico llegó a temer que su carrera hubiese terminado por los efectos secundarios que experimentó y que fueron mucho más allá de la fatiga, la fiebre o las náuseas.
“Recibí el primer pinchazo de AstraZeneca e inmediatamente tuve reacciones graves que duraron diez días. Me recuperé y me dijeron que pasarían doce semanas antes de la segunda”, contó Eric Clapton de 76 años .
Y agregó: “Unas seis semanas más tarde me llamaron y me puse la segunda dosis, pero con un poco más de conocimiento. No hace falta decir que las reacciones fueron desastrosas; mis manos y pies estaban helados, entumecidos o prácticamente inútiles y pasé así dos semanas, temía no volver a jugar nunca más”.
Según trascendió, el rockero padece una neuropatía periférica, una enfermedad que afecta a los nervios, y lamentó haberse dejado convencer por las campañas de vacunación. Hace unos meses, Eric Clapton y Van Morrison se sumaron a la iniciativa Save Live Music que encabeza el artista irlandés. Juntos lanzaron el tema “Stand And Deliver”. La canción se metió con una cuestión sensible y acusó al gobierno inglés de no respetar las libertades individuales en la lucha contra el COVID.
El ministro de salud irlandés, Robin Swann, calificó a estas canciones como peligrosas: “Es una difamación a todos los involucrados en el sistema de salud público que luchan con un virus que se cobró una gran cantidad de vidas. Sus palabras le brindarán un gran consuelo a los que creen en las teorías conspiratorias a aquellos que hacen campaña en contra de los barbijos y las vacunas y creen que todo esto es un gran complot mundial contra las libertades”.
“Somos varios los que apoyamos a Van y sus esfuerzos para salvar la música en vivo. Tenemos que ponernos de pie y hacernos escuchar para encontrar una forma de salir de este problema. No vale la pena pensar en una alternativa. Puede que la música en vivo nunca se recupere”, destacó Clapton.