La intendencia de Maldonado retiró con una retroexcavadora los restos de una ballena minke enana (Balaenoptera acutorostrata) que quedó varada en la costa de Punta Negra.
La ballena apareció ayer. Se solicitó autorización a la Dinama para ingresar con la maquinaria y se procedió al enteramiento en la zona dunar de la playa, siguiendo los protocolos sanitarios correspondientes. El objetivo es que se pueda desenterrar más adelante en caso de que alguna institución desee la osamenta.
La bióloga Meica Valdivia (del Museo Nacional de Historia Natural) explicó a Montevideo Portal que se trata de una subespecie de Balaenoptera acutorostrata que aún no fue descripta para la ciencia -aunque es sabido que tiene diferencias con su par del hemisferio norte- debido a que los especialistas siguen en el proceso de recabar datos y analizar registros.
Los varamientos de esta especie son comunes en las costas uruguayas. De hecho, Valdivia es la coautora de un trabajo publicado en este 2020 -junto a Eduardo Juri, Paulo César Simões-Lopes y Alfredo Le Bas- en el que analiza los varamientos en nuestras costas de esta ballena y de otra especie de minke (Balaenoptera bonaerensis) que aparece regularmente en Uruguay.
La bonaerensis, aclara Valdivia, es la que «no tiene el parche blanco en el hombro de la aleta pectoral».
En su trabajo, los investigadores bucearon en registros y colecciones del Museo Nacional de Historia Natural, el Museo del Mar de Punta del Este y la colección de mamíferos de la Facultad de Ciencias.
Hallaron datos de 33 varamientos registrados en nuestras costas desde 1962 a 2018, 22 de los cuales pertenecen a la Balaenoptera acutorostrata. Estos últimos fueron registrados entre abril y diciembre. El largo de estos animales variaba entre los dos y ocho metros.
Con respecto a la ballena minke que nos ocupa, 12 de los varamientos se produjeron en el Río de la Plata y nueve en el océano Atlántico (con un caso cuyo origen se desconoce). Los ejemplares varados no tenían signos de captura incidental, golpes con barcos u otras patologías que pudieran haber causado su encallamiento en la arena.
Se registró además un alto número de ejemplares recién nacidos o juveniles, que todavía estaban vivos -o habían muerto recientemente- cuando fueron encontrados, lo que sugiere que estas latitudes podrían ser un lugar de cría de esta especie (aunque los autores aclaran que en esos varamientos no se divisaron adultos en las proximidades)
El trabajo concluye que teniendo en cuenta la longitud modesta de la costa uruguaya, el número de varamientos es alto, en vistas de que trabajos realizados en Brasil revelan 42 varamientos en ese país desde 1914 a 1995.
En sus resultados, señalan además que puede haber un subregistro, en vistas de que Uruguay no cuenta con un programa nacional para el varamiento de cetáceos y no hay una vigilancia de campo sistemática.
En cuanto a las causas, los autores estiman que puede haber incidencia de la dinámica oceanográfica de la región, que hacen que la desembocadura del Río de la Plata sea una región estuarial altamente variable. Esta variabilidad, así como su forma de embudo, la presencia de muchos bancos de arena, las importantes mareas eólicas y el intenso tráfico marítimo pueden contribuir al alto número de varamientos en la región.
El trabajo concluye que es «imperativo» que se mantenga un registro sistemático de los varamientos y que se hagan necropsias. La información que se recoja de estos episodios, aclaran, es una herramienta valiosa para planificar futuras acciones de conservación de la especie.