Iemanjá, la fiesta umbandista de la orishá del mar, se celebra otro año en playas del país.

Cada 2 de febrero, los fieles de la religión van a las costas con ofrendas; este año piden al espíritu de las aguas por el fin de la sequía.

Las playas de Montevideo y algunas del interior del país, con su epicentro tradicional en la Ramírez, recibirán este jueves, como cada 2 de febrero, a miles de fieles de la religión umbanda que irán a celebrar y dar ofrendas a Iemanjá, su orishá —espíritu— del mar.

Los devotos de esta religión sincrética —que cuenta con gran presencia en Brasil y Uruguay, así como en otros países del continente— se acercarán a la costa para pedir por milagros o llevarle regalos para agradecer por su intercesión a la diosa del mar, depositando las ofrendas en la orilla para que Iemanjá las lleve mar adentro.

Los orígenes del culto a la orishá se remontan a las etnias bantúes y yorubas que habitaban Nigeria en tiempos de la esclavitud que vinieron con las poblaciones que fueron traídas a América y donde surgió luego la religión umbanda.

Según explicó a Montevideo Portal la mae Susana Andrade de Oxum, referente de la religión en nuestro país, el culto a Iemanjá originalmente nace en un río en Nigeria y se la asociaba a las aguas dulces, pero que a raíz del proceso esclavizador y el traslado de esas poblaciones por mar, pasó a ser símbolo y patrona de las aguas océanicas, “dejando el agua dulce a Oxum”, su hermana menor o su hija, dependiendo de las distintas vertientes del culto.

Explicó que para la umbanda, no es correcto decir que Iemanjá es una “diosa del mar”, debido a que al ser una religión monoteísta, tienen como divinidad única a Zambi, Olodumaré u Olorun (dependiendo de la etnia de origen), la fuerza creadora, y que, en cambio, los orishá son espíritus creados por este ser supremo.

Andrade dijo que este año pedirán especialmente a Iemanjá, patrona de las aguas, para que termine con la sequía que asola el país.

Montevideo Portal