En una carta fechada este martes, un grupo de vecinos de la denominada «ramblita» de Piriápolis detallan las situaciones con las que conviven y que han sido denunciadas en reiteradas ocasiones a la policía, el municipio y de forma pública. La misiva está dirigida a las autoridades y la comunidad y en ella claman por soluciones a la vez que demuestran su profundo malestar por las respuestas, o la falta de ellas según el caso, que han recibido sus planteos. Afirman que se sienten estafados como contribuyentes porque en la zona no hay una sola cámara del sistema de videovigilancia pública y se preguntan qué ha pasado con el concepto de orden público. «Es hora de terminar con los atropellos que sufrimos durante años, y que continúan agravándose. La impotencia y la amargura han invadido nuestras vidas».
A la comunidad y autoridades:
Este informe tiene por finalidad denunciar y difundir a través de los distintos medios de comunicación, instituciones civiles y políticas y a la población en general, los graves hechos que ocurren en la Rambla de los Ingleses y su entorno, conocida como La Ramblita, ubicada en Piriápolis, Departamento de Maldonado.
La situación es sumamente grave. Es provocada por la gran concentración de jóvenes, y que muchos de ellos no respetan las normas más elementales de convivencia. Desde noviembre de 2020, los vecinos de esta zona hicimos varias denuncias en la Alcaldía de Piriápolis.
Si bien fuimos recibidos y fueron escuchadas nuestras urgencias en el mes de febrero, luego de transcurrido un año, las escasas soluciones aportadas por los funcionarios de la Alcaldía y las diversas reparticiones que deben velar por el orden y la seguridad, tuvieron muy magros resultados. Se producen actualmente dos situaciones: por la tarde y primeras horas nocturnas se concentran numerosos jóvenes.
Estos no provocan ningún malestar a los vecinos, y le proporcionan al lugar una imagen de animación y entretenimiento. Por el contrario, en altas horas de la noche y la madrugada, en particular los fines de semana, la gravedad de lo que ocurre, está muy lejos de ser la apreciación del Alcalde, al definir el lugar como “El rincón de los botijas”.
El cambio es drástico y dramático. Se concentran jóvenes que provocan todo tipo de desmanes y hechos vandálicos. Estos jóvenes se SIENTEN DUEÑOS del lugar. Tienen la suficiente libertad para cometer atrocidades y atropellos hacia los vecinos, sus propiedades y la infraestructura del lugar.
Vivimos preocupados y temerosos. La situación en los días y las horas más conflictivas se agrava y sigue agravándose notoriamente, extendiéndose en los alrededores, e inclusive los fines de semana por las tardes, donde autos y motos hacen del lugar “un infierno”.
Estos jóvenes cometen todo tipo de desmanes:
*Vandalismo a las propiedades y agresiones a los propietarios.
*Vandalismo a la infraestructura de la zona. *circulan con sus autos y motos con escape libre, no respetan los límites de velocidad, las «picadas» son habituales, poniendo en riesgo la integridad de los transeúntes y la de ellos mismos.
*Utilizan la Ramblita y la Avenida Piria como un circuito de carreras. *Los equipos de música que transportan los ponen al máximo volumen. A esto se suma el griterío constante. *Muchos de estos jóvenes utilizan este lugar para alcoholizarse y drogarse. Cuando abandonan el lugar, muchos de ellos no están en condiciones de conducir.
Dejan un tendal de desperdicios. Muchas de estas suciedades e inmundicias son volcadas al mar. No hay conciencia, ni remordimiento. *Las riñas entre barras es constante, con agresiones físicas graves. *Utilizan los jardines y patios de las viviendas y los terrenos baldíos para orinar y defecar y otras intimidades. No importa el sexo. Mujeres y varones por igual.
*Son habituales los insultos y amenazas por parte de estos jóvenes a los vecinos que «se atreven» a protestarles.
Las autoridades no toman conciencia de la gravedad de los hechos. FALTA DE IDONEIDAD? DESIDIA? Es inexplicable. Nadie pone freno a este desquicio; ¿dónde están las autoridades y fuerzas del orden? Es estresante y enfermante convivir.
No podemos descansar ni relajarnos, mucho menos dormir.
¿Cómo es posible que se viva con temor?
¿Cómo es posible que vivamos temerosos de hacer denuncias por miedo a represalias?
Es obvio que el turismo, tradicionalmente familiar, también se ve afectado. La Ramblita es el nexo natural entre el centro de Piriápolis y el Puerto. El turista y el lugareño, en los espacios y horas conflictivas, desaparecen. NO SOLO LA RAMBLITA ES AFECTADA.
Solicitamos una entrevista con el Alcalde el día cinco de Julio de 2021. Además, varios pedidos de audiencia a su Secretario. Transcurrieron cinco meses y no fuimos recibidos. Tan sólo recibimos una notificación de la Alcaldía fechada el 26/8/2021. Está firmada por el Señor Alcalde y otros tres funcionarios. Declaran: «La Ramblita es un espacio público y un paseo turístico». ¡UNA OBVIEDAD!
Además, enumeran una serie de trabajos que se ejecutaron para tal fin. Lo poco que se hizo fue pésimamente ejecutado; ejemplos: la colocación de reductores de velocidad, cartelería de señalamiento vehicular, e iluminación que continúa siendo sumamente deficiente.
Luego de incontables pedidos a la Alcaldía, tan sólo se colocaron dos reductores en La Ramblita, ninguno en la Av. Piria, como fueron prometidos. Nos prometieron la colocación de cámaras de video vigilancia. Nos cobran por este servicio hace años.
No hay instalada una sola cámara en la Ramblita y alrededores. ES LITERALMENTE UN ROBO A LOS CONTRIBUYENTES. Necesitamos imperiosamente contar con las cámaras de video vigilancia y un control asiduo y eficiente por parte de las fuerzas del orden, en los días y horas conflictivas.
No vemos otra posibilidad para encontrar un principio de solución a todo este desmadre.
La desprotección que vivimos los vecinos es alarmante. No es posible que no podamos hacer uso de nuestros bienes con la debida tranquilidad emocional. Es hora de terminar con los atropellos que sufrimos durante años, y que continúan agravándose. La impotencia y la amargura han invadido nuestras vidas.
Las declaraciones del Alcalde indignan, pero más grave aún, no aportan ninguna solución:
«ES EL RINCÓN DE LOS BOTIJAS… ES UN ESPACIO PÚBLICO, SI ELLOS LO ELIGEN, NO PODEMOS HACER NADA» …
Como también: “LOS VECINOS DE LA RAMBLITA CREEMOS QUE VIVIMOS EN UN BARRIO PRIVADO”
TAN SÓLO SE LES PIDE A LAS AUTORIDADES QUE HAGAN CUMPLIR A TODOS LOS CIUDADANOS LAS NORMAS DE CONVIVENCIA; ELEMENTAL PARA UNA VIDA SANA Y DE RESPETO. ESTO ÚLTIMO, DADO EL LAMENTABLE PROCEDER Y LAS DECLARACIONES DE LAS AUTORIDADES, PARECIERA QUE NO INCLUYE A TODOS LOS JÓVENES. MANTENER EL ORDEN EN UNA COMUNIDAD ES UN PRINCIPIO FUNDAMENTAL, ENELUDIBLE POR PARTE DE LOS RESPONSABLES.
NOTA: se transcribe la carta de los vecinos tal como fue redactada en su formato original .