Mientras en el mundo la aparición del covid-19 ha matado desde noviembre de 2019 más de 3.400.000 personas, las muertes por consumo de tabaco al año son 8 millones. Hay 1.300 millones de consumidores a nivel global.
Por su parte, en Uruguay, según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), medio millón de personas fuman y las muertes provocadas por el consumo o la exposición al tabaco es de 6.500 personas al año.
En un desayuno organizado el pasado lunes por el laboratorio Roche en el marco del Día Mundial sin Tabaco (31 de mayo), la directora del programa nacional de Control de Tabaco del MSP, Elba Estevez, sostuvo que Uruguay en setiembre de 2004 ratificó un convenio vinculante a instancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de «controlar, frenar y disminuir la cantidad de muertes causadas por el tabaquismo».
Estevez detalló que desde que se lleva adelante esa política, «la prevalencia de consumo de tabaco cambió de 34% a 21,6%» en adultos (mayores de 15 años), según datos de 2017.
Asimismo, para el caso de los jóvenes, la última información recabada por la cartera en 2019 señaló que para las personas de entre 13 y 15 años los guarismos pasaron de 30% al 10,3%.
«Este cambio es muy importante en nuestro país y ha tenido un mayor impacto al aplicar medidas en forma conjunta. En particular entre los años 2007 y 2010, cuando Uruguay se volvió líder en este tema y obtuvo reconocimiento internacional», señaló Estevez.
Sin embargo, reconoció que la situación sigue «siendo alarmante», y que Uruguay se ubica en el presente en el tercio superior de las América en prevalencia de consumo de tabaco.
A su vez, agregó que durante los últimos meses se ha podido generar «la suficiente evidencia», para demostrarque el consumo de tabaco «produce formas más graves de covid-19» y se «requiere con mayor frecuencia el ingreso a CTI», tanto para fumadores como para exfumadores.
Consultada por Montevideo Portal, Estevez dijo que a pesar de que todas las medidas de prevención que se llevan a cabo por parte de las autoridades sanitarias para disminuir el consumo de tabaco tienen impacto (como el empaquetado neutro en las cajas de cigarrillos), la más efectiva sigue siendo el aumento del precio.
«Más del 60% de la población fumadora de nuestro país se ha planteado alguna vez dejar de fumar por las advertencias sanitarias de las cajillas, que transmiten información verídica sobre el daño que causa. En ese sentido, si la persona da un paso más para dejar de fumar por esas medidas eso ya implica un aspecto positivo. De todas formas, el aumento de precio ha demostrado ser la medida planteada más efectiva», sostuvo la profesional.
En este sentido, aclaró que aunque en Uruguay se han tomado varias medidas en conjunto y eso hace que sea difícil de medir, a nivel internacional el aumento de precio como medida aislada es la de mayor impacto sobre todo para las poblaciones más vulnerables.