La Federación Médica del Interior (FEMI) expresó «su postura y preocupación por la gravísima situación que atraviesan los equipos de salud de todo el país como consecuencia de la circulación descontrolada del Covid-19», alertó que «la sobrecarga sostenida a lo largo del tiempo hará que el fusible reviente» y aclaró que «el fusible es el sistema de salud».
En un comunicado de prensa, FEMI respalda «en todo sentido al GACH y a su coordinador, Rafael Radi, quién en entrevista con Búsqueda expresó de manera clara y contundente que si bien los desafíos son constantes y de responsabilidad compartida entre la actitud de las personas y las decisiones de las autoridades, las medidas adoptadas no han sido suficientes».
«El inminente escenario de aumento exponencial de los contagios nos preocupa tanto como la naturalización de las muertes diarias. Más allá de que los efectos de la vacunación empiecen a incidir en los casos graves y en las muertes, que esperamos que sea lo antes posible, el aumento diario de contagiados y de casos activos sobrecargará aún más el Primer y Segundo Nivel de atención. Por eso sigue siendo fundamental reducir los contagios», agrega la federación.
Por otra parte, considera que «la covid-19 ha desplazado a otros pacientes por completo, con situaciones de especial gravedad de saturación, por ejemplo, en las puertas de emergencia en el norte del país.»
En ese sentido, FEMI expresa particular preocupación porque «en nuestro país puedan convivir realidades paralelas tan opuestas, como la que a diario viven nuestros colegas y compañeros y la que por otro lado se percibe en la población, que recibe a diario mensajes de ‘situación bajo control’ a los que se les suman flexibilizaciones de reducción a la movilidad».
Sin diálogo
«Por último, nos preocupa sobremanera percibir un cambio que no es bueno para nadie: sentimos que las autoridades han dejado de escuchar. Desoyeron al GACH, pero también hay un cambio de postura frente a los médicos, las sociedades científicas y los gremios de la salud», concluye la federación, que recuerda además que «al inicio de la pandemia y durante gran parte de estos 15 meses el intercambio existió», y FEMI llevó «la visión y la realidad de los médicos del interior a las autoridades cada vez que nos pareció oportuno y cada vez que nos lo pidieron».
Sin embargo, alerta la federación, «hace ya más de dos semanas que hemos intentado sostener un diálogo con las autoridades, sin éxito».
«Si algo está claro es que de esto se sale todos juntos, pero hoy estamos separados. A todos, a la población y las autoridades, no reventemos el fusible».
Hace dos meses, el 25 de marzo, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, recibió en Torre Ejecutiva al Comité Ejecutivo de FEMI. «Hoy nos parece que fue adecuado haber tomado medidas para reducir la movilidad, pero también nos preocupan algunas realidades particulares en las que creemos que no se puede descartar medidas más profundas. Es posible que para algunos territorios las medidas anunciadas no sean suficientes», planteaba entonces la federación.