La cantidad de internados en terapia intensiva por covid-19 se había estancado en el entorno de los 70 casos durante varios días, lo cual fue destacado tanto por el ministro de Salud Pública Daniel Salinas como por el presidente Luis Lacalle Pou, como una de las señales de que la evolución de la pandemia en Uruguay se había desacelerado.
Pero ayer el panorama cambió.
Además de los 1.200 casos nuevos, una cifra por lejos récord, el Sistema Nacional de Emergencias reportó 97 personas internadas en CTI por covid-19.
El sábado había reportado 89. El viernes, 84.
¿Estamos ante un quiebre para el sistema sanitario? ¿Cuánto falta para llegar a la saturación? Sobre este tema dialogaron En Perspectiva, programa periodístico de Radiomundo, con el doctor Arturo Briva, intensivista e integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH).
«Los últimos números tienen que impactarnos porque no podemos vivir negando realidades. Nos tiene que hacer reaccionar como sociedad», comenzó Briva, y aseguró que «no sorprende» el aumento de pacientes en CTI, teniendo en cuenta el aumento de casos de las últimas semanas.
«El principal problema que tenemos es que desde el 20 o 25 de diciembre hemos tenido un cambio en todos nuestros patrones de comportamiento que hace que sea más difícil encontrar una línea recta que une un punto con el otro. A lo largo de los meses teníamos situaciones más o menos estables, pero ahora con fiestas, licencia y vacaciones nos altera mucho», declaró el entrevistado.
En ese sentido, dijo que de seguir la misma lógica, es esperable que con una diferencia de 15 días se vayan incrementando los pacientes en CTI.
La periodista Romina Andrioli consultó al intensivista sobre el número de pacientes en cuidados intensivos, que en los últimos días se había mantenido estable y se disparó el fin de semana. Briva aclaró que no necesariamente esos guarismos mostraban pocos ingresos a cuidados intensivos,
«Según los datos de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, la cantidad de fallecidos en CTI (por COVID) supera la cantidad de los que se van de alta. Cuando mantengo una cifra estable de pacientes en CTI, no necesariamente significa que están ingresando la misma cantidad. Puedo estar teniendo mayor ingreso de pacientes a CTI pero tengo una mortalidad transitoria que aumenta y el balance me queda igual», explicó.
«Si no logramos cortar la circulación comunitaria no tenemos salida. Ojalá que todas las proyecciones estén equivocadas, pero si no cortamos allí, no tenemos salida», expresó el experto del GACH.
Briva contó que el porcentaje de pacientes Covid-19 en CTI es 12% a nivel general entre todos los hospitales, sin embargo, hay algunos prestadores que «están teniendo que aplicar planes de contingencia» porque superan esa proporción de pacientes contagiados.
Habitualmente a esta altura del año hay un 55% de ocupación en CTI, contó el intensivista, y señaló que hoy está en 60%, con un 12% de pacientes COVID.
«Estamos frenando la ocupación por pacientes no covid, restringiendo las cirugías programadas y ciertas actividades que consumen camas de CTI», relató.
«Estamos acostumbrados a contar camas, pero en realidad deberíamos contar los recursos humanos que puedan asistir esas camas. Si en medio de esa expansión de los casos positivos, empiezan a haber muchos funcionarios de salud posiblemente me quede sin camas mucho antes, porque no voy a tener gente con quien atenderla», alertó.
Por otro lado, señaló que hay «agotamiento en los equipos médicos», puesto que «desde marzo están estresados».
«Más allá que no tuviéramos lo pacientes en cti, hace meses que estamos asistiendo a los pacientes como potenciales sospechosos. No es banal pensar que todos los pacientes que uno ve pueden ser positivos de coronavirus. Genera un desgaste físico y psicológico muy importante. Uno puede estar preparado para dar el máximo en un periodo corto de tiempo, pero nosotros llevamos meses», señaló.
Por último, consultado sobre la cantidad de pacientes en cuidados intermedios, que habitualmente es cero en el informe del Sinae, Briva aclaró que «el reporte no refleja la realidad asistencial».
En ese sentido, contó que los prestadores informan la cantidad de pacientes graves y no distinguen entre cuidados intermedios e intensivos, por lo que se computa dentro de CTI.
Fuente – Montevideo Portal .