Nacional clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América tras igualar sin goles en el tiempo reglamentario con Independiente del Valle en el Gran Parque Central (ida 0-0), quebrando a su rival en la definición por penales por 4-2.
El partido comenzó con la salida de los tricolores desde el medio y un balón largo para Trezza que ganó para quedar solo ante Jorge Pinos, ganando el duelo el golero cuando aún no iba un minuto de acción.
Los albos salieron dispuestos a plantar una presión alta sobre la salida de su rival, no dejando que pudieran circular la pelota con tranquilidad y atentos a cualquier falencia que les abriera una posibilidad.
La visita con el correr de los minutos se fue haciendo de la posesión y las riendas del juego, tratando de volcar su fútbol principalmente por izquierda con Bryan García y con un remate de Lorenzo Faravelli probó la resistencia de Rochet.
La respuesta vino con una corrida de Armando Méndez por derecha que terminó en un centro al área que logró conectar Felipe Carballo pero sin la dirección necesaria.
Los dirigidos por Miguel Ángel Ramírez todo el tiempo trataron de abrir la cancha con la posibilidad de terminar por el centro, donde Cristian Ortiz, el más movedizo, con un zurdazo obligó nuevamente a volar al golero.
De allí al cierre de esa primera etapa los cuidados defensivos fueron mayores, el trámite se hizo más cortado y el cero se afirmó en el resultado.
Con Bergessio olvidado en delantera y Trezza sin poder desnivelar con su velocidad como en otros partidos, ambos se fueron al descanso sin mover el tanteador.
Se salvó
El complemento se inició sin cambios, ni de jugadores, ni en el accionar, con un trámite lento, los visitantes manejando el balón y escasas llegadas que pudieran ilusionar con la apertura.
Eso fue hasta los 56′ cuando Giordano decidió apostar a algo más, colocando a Ignacio Lores en cancha en lugar de Joaquín Trasante, con la finalidad de mayor desborde y completar circuitos para crear.
Pero fueron los ecuatorianos los que volvieron a avisar a los 66′, tras un córner efectuado por Ortiz que cabeceó en el área chica Luis Segovia y Rochet, una vez más, realizó una tapada impresionante para apagar las alarmas.
Instantes después, un desborde por izquierda del ingresado Jhon Sánchez terminó en una asistencia a Faravelli que pateó de primera sin fuerza a los guantes del cuidapalos.
El ingreso de Yacob por el agotado Rafael García movió un poco las estructuras de un equipo tricolor metido en su mitad de cancha, dedicado a marcar y sin poder lanzar una mínima jugada ofensiva.
Rochet era la máxima figura de los locales, al punto que un estupendo remate del argentino Faravelli lo obligó a volar para tapar una imposible, ya en los minutos finales del tiempo reglamentario.
A los 86′ el corazón de los albos se paralizó, cuando Schuke tras una pelota parada logró mandar la pelota al fondo de las redes desatando el loco festejo visitante. Pero a instancias de VAR se comprobó un claro fuera de lugar al inicio de la acción y con ello se anuló.
Rochet con otra tapada mágica en la adición ante Ortiz se encargó de sellar el 0-0, mismo resultado que en la ida y por ende la serie se definió por penales.
Con autoridad
La tanda de penales la abrió Gonzalo Bergessio anotando para los albos, mientras que Sergio Rochet le atajo con gran prestancia el disparo a Cristian Pellerano, lo que le dio una rápida ventaja.
Gonzalo Castro, sufriendo, la mando a guardar y Efren Mera lo imitó. Yacob sin dudar convirtió el tercero y Gabriel Torres también cumplió su cometido.
Felipe Carballo marró el cuarto al elevar su remate, pero Richard Schunke hizo lo mismo instantes después lo que dejó al equipo ecuatoriano al borde del nocaut si Emiliano Martínez lograba anotar.
Y el canterano no falló, remató pleno de convicción, infló las redes y desató el loco festejo de los tricolores por la clasificación a los cuartos de final, donde se encontrará con el River Plate de Marcelo Gallardo.