El presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Robert Silva, anunció en la tarde del jueves el retorno de la obligatoriedad de asistencia a la educación en todos los niveles.
En conferencia de prensa acompañado por el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, Silva señaló que esta medida comenzará a regir a partir del próximo martes 13 de octubre (lunes 12 es feriado).
La decisión se tomó en acuerdo con el MSP y con el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) e implica que cada centro educativo llamará a sus alumnos a seguir asistiendo a las clases en el mismo formato que lo venía haciendo pero ahora la asistencia será obligatoria.
Quedan exceptuados de la obligatoriedad los estudiantes que sean considerados población de riesgo.
Salinas destacó la medida y dijo que se trata de una «gestión de equilibrios» entre lo «sanitario», referido a la pandemia del coronavirus, y lo «sanitario referido al desarrollo neurocognitivo de los jóvenes».
Con respecto a una posible mayor presencialidad, Silva aseguró que es «el norte» al que apuntan las autoridades, pero que aún no se tomarán medidas en ese sentido, a la espera de la evolución de la pandemia, puesto que hay centros educativos que no cuentan con la infraestructura para volver a tener clases con todos los niños todos los días.
De todas formas, el ministro Salinas adelantó que en una «segunda etapa», cuando se tome la decisión de avanzar en la presencialidad o de volver a una presencialidad plena, se tomarán medidas de «contrabalanza» para no aumentar el riesgo de contagio.
En los centros educativos donde no se pueda respetar el distanciamiento físico se apelará, por ejemplo, a la mayor ventilación de las aulas, explicó Salinas.
Sobre la resolución tomada esta jornada, Silva argumentó que desde el comienzo de la pandemia no han habido contagios dentro de los centros educativos, y que los docentes y jóvenes que portaron el virus fueron contagiados fuera de las aulas.
«Acudimos a la búsqueda de los estudiantes, los niños y los jóvenes», dijo Silva y, como es habitual, aprovechó para destacar el trabajo de funcionarios, docentes y familiares, que permiten que «Uruguay sea el único país de Latinoamérica con clases presenciales».