Investigadoras y docentes de los departamentos de Bioquímica Clínica, BioCiencias y del Instituto Polo Tecnológico de Pando de la Facultad de Química, desarrollaron un nuevo tipo de test para detección de SARS-CoV-2.
Iris Miraballes, Diana Pérez, Sandra Pérez, Carmen Lorenzo y Silvina Rossi son las investigadoras y docentes que trabajan en este test que es rápido para la detección de anticuerpos generados durante la infección por SARS-CoV-2
En diálogo con Montevideo Portal, Iris Miraballes y Carmen Lorenzo explicaron cómo funciona este test y cuáles son sus características.
«Trabajamos en este test en el marco del proyecto de test serológicos que fue financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y es un test que se puede resolver en 30 minutos», explicó Lorenzo.
«Requiere unas gotas de suero o plasma, obtenido a partir de una muestra de sangre de la persona, que se colocan en un dispositivo, luego se agregan un par de gotas de un líquido que permite que difunda y corra por una membrana donde se van a detectar o no la presencia de anticuerpos específicos contra una proteína propia del virus, denominada nucleocápside», agregó.
En caso de que haya presencia de anticuerpos «se van a formar dos líneas coloreadas y se da por concluida la prueba. Si hay solo una línea no se detectan anticuerpos, pero si no se forma ninguna línea el dispositivo no es válido y hay que repetirlo», explicó la investigadora.
Lorenzo comentó que es «un test del estilo de los diagnósticos de embarazo. Se ven al ojo y no requieren instrumentales o equipamientos sofisticados para proceder con ellos».
«Estaríamos detectando infecciones que están ocurriendo o son pasadas», añadió y explicó que trabajan desde abril en este test y tienen «un estudio preliminar». «Aún no ha sido validado por el Ministerio de Salud Pública», comentó.
Por su parte, Miraballes dijo que «la validación requiere disponer de un conjunto de muestras con determinadas características».
«Lo atípico que ha sido el proceso de la enfermedad del coronavirus en nuestra población ha hecho que la disponibilidad de muestras para este tipo de estudios sea limitada. No tenemos acceso al número de muestras que quisiéramos», agregó.
Miraballes sostuvo que dependen «de la futura colaboración con las instituciones de salud para acceder a muestras de personas que den su consentimiento informado en etapas más tempranas del desarrollo de la enfermedad».
«En caso de que no se pueda realizar la validación acá habrá que intentar llevarla a cabo en otro país», comentó la investigadora y docente.
Las docentes cuentan para este proyecto con el apoyo de la cátedra de Inmunología (DepBio) de la Facultad de Química, y del Instituto Pasteur de Montevideo.
Ambas docentes destacaron que este trabajo «no hubiese sido posible sin la capacitación de investigadores que se da hace muchísimos años». «No ha sido una cosa que se pudo hacer en cuatro meses, requiere años y años de formación de una cantidad de gente. No solo por el conocimiento, sino el equipamiento en laboratorios para llevar adelante este trabajo», destacó Miraballes.
«Creemos que eso es muy importante para el país. En este caso se ha podido demostrar en poco tiempo la importancia, pero muchas veces el trabajo es silencioso y no es posible», concluyó.
Montevideo Portal