Al menos 14 personas murieron después de que el huracán Laura azotó los estados de Louisiana y Texas en el sur de Estados Unidos, dijeron el viernes autoridades y medios de comunicación locales.
El gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, confirmó que al menos 10 personas habían muerto en su estado, la mitad por usar generadores portátiles que producen monóxido de carbono en interiores, después de que la tormenta tocara tierra el jueves.
Cuatro de las muertes restantes fueron causadas por los árboles que cayeron sobre las casas de las personas, según Edwards, mientras que un hombre se ahogó después de que su barco se hundiera en la tormenta.
El viernes había 464.813 usuarios sin electricidad en Louisiana, de acuerdo con el sitio Poweroutage.us.
Texas se salvó de la peor parte del huracán, que que se ha debilitado significativamente. Tres de las cuatro muertes del estado también fueron reportadas por envenenamiento de monóxido de carbono de los generadores.
Esas víctimas, que se cree que no tenían hogar, se refugiaron en un salón de billar en la ciudad del sureste Port Arthur y metieron su generador al interior, según el Beaumont Enterprise.
Los medios locales reportaron que un hombre murió el viernes en la mañana en el este de Texas, aunque no está confirmado si su muerte está directamente relacionada con el huracán.
La filial de la CBS para el este de Texas dijo que el hombre murió cuando un árbol cayó sobre su casa móvil en Hemphill.
El servicio de protección civil de Haití dijo el viernes que 31 personas fallecieron a causa del huracán Laura, que azotó a esa nación como una tormenta tropical el fin de semana pasado antes de convertirse en un poderoso huracán de categoría 4.
A las 03.00 GMT del viernes, el ojo de Laura estaba ubicado 50 kilómetros al nororeste de Little Rock (Arkansas), soplaba con vientos máximos sostenidos de hasta 55 kilómetros por hora y avanzaba en dirección nornoreste a 24 kilómetros por hora.
Pese a su rápido debilitamiento en las últimas 24 horas, el NHC alertó que la amenaza de inundaciones sigue vigente.
El gobernador de Luisiana, Johan Bel Edwards, consideró que el estado tiene “mucho que agradecer”.
“Está claro que no sufrimos ni sufriremos el daño catastrófico que imaginamos basados en el pronóstico que teníamos anoche”, dijo Edwards en conferencia de prensa. “Pero hemos sufrido una cantidad enorme de daños” y miles de residentes del estado han visto “sus vidas trastocadas”.
El huracán Laura azotó la costa de Luisiana el jueves temprano como tormenta de categoría 4, la segunda más alta en la escala de vientos. Pero en el correr del día bajó su intensidad hasta transformarse en tormenta tropical.
El huracán Katrina, que dejó 1.800 muertos en 2005, era tormenta categoría 3 cuando tocó tierra. Solo una tormenta ha tocado tierra en Luisiana con vientos tan altos como Laura: el huracán Last Island en 1856, que dejó cientos de muertos.
Las autoridades registraron seis muertes, todas relacionadas con accidentes derivados de la tormenta. Cuatro de ellas fueron provocadas por la caída de árboles.
Las otras dos muertes, según las autoridades de salud, fueron de un hombre que sufrió envenenamiento derivado de monóxido de carbono de un generador en su casa, y otro que se ahogó cuando el bote en el que se trasladaba se hundió durante la tormenta.
“Me preocupa que a medida que continuamos saliendo y realizando búsquedas y rescates primarios y secundarios encontremos más muertos”, advirtió el gobernador Edwards.